Artículo original de: La Gaceta de la Iberoesfera
Por Jaume Vives
Es descorazonador ver que ya no queda ningún rincón en el que no se haya colado el feísmo. Lo último ha sido el cartel de la Semana Santa de Sevilla, a medio camino entre lo kitsch y la palabrota. Es como si hoy sólo pudieras triunfar siendo un tipo siniestro y con muy mal gusto. Como si para tener éxito tuvieras que vender tu alma al diablo…