Artículo original de Religión en Libertad
por José Francisco Vaquero
Un acto, decíamos antes, no es bueno ni malo principalmente por sus consecuencias, si bien estas nos deben hacer pensar, nos pueden ayudar a vislumbrar la bondad o maldad que se esconde en el acto. Y junto a esa reflexión hemos de pensar en la verdad de la vida que hay detrás de cada embrión.