Artículo original de Alfa y Omega
por Julio Llorente
Aunque hablar de Cristo en Instagram está bien porque está bien hablar de Cristo en cualquier sitio, nos acecha el peligro de la fascinación. Cautivados por los likes, por la eficacia de un mensaje que se dirige a una multitud inconcebible de personas, podríamos terminar exaltando las redes sociales como medio de evangelización. Ya no haría falta patear las calles, visitar hospitales de campaña, detener al vecino y anunciarle, ante su juicioso desconcierto, que Cristo ha resucitado.