Artículo original de: Diario de Sevilla
por: Enrique García Máiquez
En Francia están encantados consigo mismos tras incluir en su Constitución el derecho a abortar. Macron ha declarado que no hallará reposo – con dicción casi bíblica – hasta que no se lo reconozca como derecho en todo el mundo. Lagrandeur de la France ha quedado en esto.
Lo primero que merece un análisis es la evolución que hemos vivido. Recordamos como si fuese ayer -fue hace poco- cuando los más recalcitrantes abortistas decían con voz de lástima que el aborto era una desgracia y un fracaso…