DEFENDEMOS LA LIBERTAD
Las libertades de expresión, de educación y de religión son pilares esenciales del ordenamiento jurídico en Occidente
La separación del ámbito público frente al privado es una de las características esenciales de las sociedades occidentales. Es lo que define la libertad personal frente al sometimiento total de los poderes del Estado. Esa separación ha quedado consagrada a lo largo del tiempo en el reconocimiento de derechos de las personas como la libertad de expresión, la libertad religiosa y el derecho de elección de los padres sobre la educación de sus hijos.
Pero en la actualidad, los poderes públicos están usando todos sus medios con un fin propagandista para difundir su ideología e imponer una visión laicista de la sociedad. Una visión que choca con el hecho de que de que la tradición judeo-cristiana y sus valores son el fundamento de los derechos de las personas. Una visión que plantea derechos y libertades sin límites, excepto cuando se oponen a su propia ideología.
Por eso desde NEOS defendemos la libertad religiosa, reconocida como «la primera de las libertades». Unido a esta libertad está el derecho a la objeción de conciencia cuando hay conflicto entre la observancia de la ley y las propias convicciones religiosas. Defendemos, asimismo, la libertad de expresión, especialmente cuando se ejerce en defensa de la vida, y la libertad de educación, derecho unido a los anteriores y reconocido tanto en la Constitución como en diversos tratados internacionales.
Nuestras convicciones
Se ha pervertido el significado de libertad para entender la autonomía personal como un derecho ilimitado.
El ejercicio de la libertad de expresión tiene su límite en función de si perjudica a otros o al bien común, y debe ser más protegido cuando tiene fines constructivos, como salvar vidas.
La religión, y en particular el cristianismo, es un estorbo para el nuevo proyecto de social que se está imponiendo, a pesar de que nuestra sociedad, tiene su base en los valores de la tradición judeo-cristiana.
La lucha por la libertad de religión y el derecho a la objeción de conciencia es la primera línea de defensa para el resto de libertades.
La libertad de educación no solo es un derecho reconocido ampliamente; además permite la existencia de soluciones eficientes e innovadoras para las necesidades educativas.