La defensa de la Corona es más urgente y oportuna que nunca, dado el proyecto de ruptura que se ha puesto en marcha en España desde hace más de una década y media, con un papel protagonista de ETA y Esquerra Republicana de Cataluña. La Corona, símbolo de unidad y permanencia de la Nación, se ha convertido lógicamente en una pieza a batir. Si de lo que se trata al final es de destruir un orden social, reinventar una sociedad a través de un proceso de ingeniería social, la Corona a medio o largo plazo, constituye un obstáculo. Aunque no todos los que apoyan este proyecto de ruptura atacan de la misma manera hoy esta institución, las voces de muchos de ellos confirman la voluntad de debilitamiento progresivo y destrucción de la misma. Unos atacan frontalmente la institución, otros tratan de ningunearla, pero en el fondo, detrás de todos ellos se encuentra una misma voluntad de debilitamiento.