DEFENDEMOS LA DIGNIDAD DE LA PERSONA Y LA FAMILIA
Negar la naturaleza humana destruye la dignidad de la persona y el valor de la familia
La ideología de género, apoyada en las posibilidades que ahora la ciencia permite, busca borrar la diferencia entre sexos, en contra de la evidencia científica y hasta de la biología de los seres humanos, y cuestionar el sentido y valor de la familia. También busca imponer la idea de que la homosexualidad o la transexualidad son propiedades innatas e inamovibles, independientes del sexo biológico, algo no respaldado por la ciencia.
Frente a estos razonamientos, NEOS defiende la naturaleza humana y el valor de la diferenciación y complementariedad entre mujer y varón, fórmula natural para la creación de nueva vida y, en el papel de madre y padre, pilares de la familia. Siempre dentro del respeto a la condición sexual de cualquier persona.
Nuestras convicciones
La ideología de género, y las leyes en ella basadas, tiran por tierra la naturaleza humana y, por tanto, los fundamentos de nuestra civilización.
La negación de toda trascendencia es el origen de esta ideología destructora de lo humano.
La diferencia entre sexos es una realidad, un hecho científico.
La familia formada por madre, padre e hijos debe ser protegida puesto que proporciona un bien a la sociedad y garantiza la perpetuidad.
Debe garantizarse el respeto a la condición sexual de cualquier persona.
A qué decimos «NO»
A la ideología de genero
La ideología de Género que ha irrumpido ha arrasado la legislación española. Además, en la deriva que ha tomado la ideología hecha política, se observa en este ámbito una involución en los principios que han marcado el desarrollo jurídico occidental.
Decimos que NO al cambio legislativo a nivel nacional que se produjo en gran medida en la etapa del gobierno de Rodríguez Zapatero (2004-2011)
- Ley de Violencia de Género
- Ley del Matrimonio Homosexual
- Ley del Divorcio Express
- Ley de Técnicas de Reproducción Asistida
- Ley Reguladora de la Rectificación de la Mención Registral del Sexo
- Ley del Aborto
- Ley Orgánica de Salud Sexual y
- Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo
A nivel autonómico el cambio no ha sido menor o de poca trascendencia desde el año 2009
A las leyes LGTBI
Todas estas Leyes responden a una matriz común, se copian unas a otras, pero cada una que se aprueba es más radical que la anterior, más punitiva e incorpora nuevos conceptos cada vez más incomprensibles, más recursos y mayor dotación presupuestaria.
Un denominador común en toda esta Legislación es que se considera que hay personas LGTBI como si fueran una categoría de personas diferentes, con derechos distintos, más pujantes y con privilegios y ventajas en muchos casos.
El anteproyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI constituye una norma más que consagra la tendencia de separar la ley y la política de la realidad de las cosas. Se utiliza una falsa idea de igualdad, del principio de no discriminación para justificar todas las medidas legales que se tratan de implementar. Se utiliza la ley para normalizar una situación que no es común y respecto de la cual no hay consenso ni social, ni médico, ni científico. Se utiliza una jerga lingüística procedente del lobby LGTBI como si fueran conceptos universales y ya normalizados, cuando lo cierto es que muchos conceptos ni son comunes ni son comprensibles a los ciudadanos.
A la ley de infancia
Esta Ley supone en primer lugar un ataque a la familia y a la libertad educativa que toda familia debe tener para con sus hijos. Arrebata a las familias el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y utiliza un concepto de parentalidad positiva que en la práctica es una limitación de la patria potestad.
A la ley de diversidad familiar
El proyecto de Ley de Diversidad Familiar y Apoyo a las Familias que llegará al Congreso en 2022 constituye un proyecto de Ley que aparece impregnado de ideología de género en su contenido, en sus propósitos y en los medios que utiliza para lograr sus fines.
Por el contrario, la familia formada por padre, madre e hijos es la que debe ser protegida con prioridad sobre el resto de formas de convivencia familiar, puesto que es la que proporciona un bien a la sociedad. Otras realidades o formas de convivencia podrían, sin duda, recibir ayuda y protección, pero no deberían ser consideradas jurídica y socialmente equiparables a una familia.
La solución no es la equiparación por motivos ideológicos de realidades diversas e irreductibles entre sí, sino poner en valor a la familia y proteger y educar a niños y adolescentes para que puedan formar, también ellos, una familia, puesto que es la institución más humana.