Martes 9 de julio
Recientemente, Dell Technologies Inc. celebró su reunión anual de accionistas en Austin, Texas, un evento marcado por un intenso debate sobre el apoyo financiero de la compañía a grupos activistas LGBTQ. Un numeroso grupo de accionistas presentó una propuesta, encabezada por el Proyecto de Libre Empresa, que buscaba eliminar donaciones a organizaciones con agendas políticas, sociales o ambientales desvinculadas del negocio principal de Dell. A pesar de ser rechazada, esta propuesta evidenció las tensiones entre las políticas corporativas y los intereses de los accionistas.
El Proyecto de Libre Empresa, una iniciativa del Centro Nacional de Investigación de Políticas Públicas, argumenta que las donaciones a ciertas organizaciones LGBTQ pueden minar el valor para los accionistas y distraer a Dell de su misión principal de producir tecnologías. Citando controversias recientes en corporaciones como Bud Light, Target y Disney, los defensores de la medida subrayaron los riesgos financieros asociados con involucrarse en actividades de alto contenido político.
Ethan Peck, asociado del Proyecto de Libre Empresa, criticó el apoyo de Dell a grupos que promueven cirugías de transición de género y teorías de género radicales, considerándolo un activismo político que es irrelevante para los intereses comerciales de Dell. Peck afirmó: «Como mínimo, estas compañías tienen la responsabilidad fiduciaria de no arriesgar el valor para los accionistas por un activismo político innecesario.»
El debate también destacó el Índice de Igualdad Corporativa de la Campaña de Derechos Humanos (HRC), que evalúa a las empresas según su apoyo a los derechos LGBTQ. Sin embargo, la agenda de la HRC ha sido criticada por promover medidas extremas, como cirugías de transición de género para menores y políticas que afectan negativamente a los deportes femeninos.
A pesar de la derrota de la propuesta en Dell, el tema sigue siendo un punto de conflicto. El Proyecto de Libre Empresa ha desafiado el apoyo corporativo a causas controvertidas, llegando a un acuerdo con Best Buy para reevaluar sus donaciones a grupos LGBTQ, aunque Best Buy negó públicamente cualquier cambio.
El resultado de la reunión de accionistas de Dell resalta el conflicto creciente entre los accionistas activistas y los consejos corporativos sobre cuestiones sociales y políticas. Mientras algunos accionistas demandan transparencia y neutralidad en las donaciones, otros apoyan iniciativas alineadas con objetivos sociales y políticos.
Desde la Fundación NEOS, denunciamos estas prácticas que someten a algunos accionistas a negocios que utilizan la dignidad de las personas para lograr objetivos políticos y económicos. La responsabilidad ética de las empresas no incluye el apoyo a políticas radicales que han mostrado ser atentatorias contra la salud y la dignidad humana.
En su compromiso ético, las empresas deben abstenerse de respaldar iniciativas que puedan perjudicar la salud y la dignidad humana. La ética empresarial implica evitar acciones que produzcan efectos negativos sobre el bienestar físico y moral de las personas. Estos efectos negativos han sido denunciados por personal sanitario, y en algunos países, como Inglaterra, se han retirado legislaciones relacionadas con tratamientos de reversión de género debido a los daños que causan a la salud.
NEOS insta a todas las empresas a considerar su responsabilidad ética y a priorizar el bienestar y la dignidad de las personas en todas sus acciones y decisiones corporativas.